Transcribo el texto de un comentario que he mandado al blog de Enrique Dans, y que por algún motivo no ha salido correctamente (lo voy a enlazar desde allÃ, para ver si sale asÃ):
¡Cuánta ignorancia junta, Dios mÃo!
Dice #15:
“Para alabar a Beryl tiene uno que probarlo, no poner un video del youtube… Beryl esta verde, verde, verdisimo… “
Mentira. Yo llevo tiempo usando Beryl, y ha madurado mucho en muy poco tiempo. En mis ordenadores “de trabajo” no lo uso, porque soy más bien de los que tienen escritorios espartanos: Xfce con un solo panel abajo y un fondo de escritorio sin iconos. Y sin efectos 3D ni transparencias.
Ahora bien, cuando puse Beryl por primera vez, me funcionó de maravilla, y podÃa hacer un montón de cosas que no sé si Aero puede hacer (igual sÃ). Por ejemplo: Alt+Rueda del ratón sobre una ventana y cambio su transparencia de 0% hasta casi 100% (y puedo ver lo de debajo). Puedo ver dos o tres vÃdeos diferentes a la vez, con diferente nivel de transparencia, y ver los de abajo a través de los de arriba. Y eso mientras pongo un efecto de lluvia sobre todo el escritorio. Y eso mientras roto el cubo, o pongo las ventanas con los vÃdeos en una arista del cubo…
Y todo esto antes de que Vista saliera al mercado, y con ordenadores en los que Vista no funcionarÃa, porque “su alta tecnologÃa requiere mejor hardware”.
¿Para qué sirve esto? Para nada. Igual que Aero. Simplemente mola, y si lo quiero usar, puedo hacerlo. Yo, la verdad, no lo uso, pero para gustos los colores.
Pero el escritorio Linux no se acaba en Beryl. Hace años que en funcionalidad el escritorio Linux (GNOME, KDE, Xfce… incluso Fluxbox y similares) ha sobrepasado ampliamente a cualquier Windows, incluido el Vista. Desde escritorios múltiples, hasta shortcuts de teclado ultrapersonalizables, colocación de ventanas automática más inteligente (al abrirse una aplicación), lista de tareas más eficiente, paneles configurables, “gadgets” (como los han rebautizado los sinvergüenzas de Redmond) como relojes y monitores gráficos de uso de CPU, red o I/O de disco etc. sobre el escritorio.
Por no mencionar la brutal capacidad de personalización de la interfaz, cambiando la decoración de las ventanas, el estilo de los botones, menús, listas, etc, la fuente de letra para los tÃtulos de las ventanas, los menús, los iconos…
Leo en #37:
“Luego tengo que hacerles una aplicación cliente, sin que tenga que tirar más lineas de código que un tonto, y los dos únicos lenguages que tengo disponibles (no hay Visual Basic) son C y Java.”
Pero bueno, chaval, ¿estás diciendo que no usas Linux porque no hay lenguajes de programación? Si quieres aplicaciones para cálculo masivo tienes Fortran y C. Si quieres scripts rápidos, eficientes, y fáciles de coj*nes de hacer, tienes shell, Perl, Python, Ruby y otros. Si quieres aplicaciones gráficas fáciles hace tiempo que tienes Tcl/Tk, y más moderno GTK+ y Qt. Tanto Tk como GTK (Qt no sé) tienen una integración con Perl , Python y C que asombra por su simplicidad.
Me gustarÃa ver que programa “simple” de VB u otra basura similar es capaz de hacer lo que dos lÃneas de Perl o shell, con sed y awk. Para que te hagas una idea, Google usa Perl para pattern matching cuando te da los resultados de una búsqueda. Sobre máquinas Linux, claro.
Date una vuelta por la Wikipedia, y su lista de lenguajes de programación por categorÃas, y verás la de lenguajes diferentes que hay, y haz la cuenta de cuantos se pueden usar en Windows y cuantos en Linux.
Luego dice #44:
“Eso de que quien usa Windows es porque quiere no es verdad. Yo llevo años intentando emplear Linux y no hay manera. Hace siete años lo probé por primera vez con una distro de Mandrake y me volvà tonto.”
Quizá no sea justo culpar a Mandrake de esto último…
Es laudable tu intención de usar Linux, y lamentable que no lo hayas conseguido, pero creo que tu negativa experiencia no es necesariamente generalizable.
Yo llevo 9 años usando Linux. Empecé con Slackware, donde uno se hacÃa todo “a mano”. ¡Qué tiempos! Era complicado a veces, pero aprendà muchÃsimo. Luego, cuando probé Mandrake, me gusto mucho, porque era tan fácil que hasta daba un poco de vergüenza.
Con el tiempo, volvà a distros más “técnicas”, y ahora uso Debian (que es como el “Ubuntu para frikis”), porque me permite más flexibilidad que las distros “para tontos” (con todos los respetos), y me es mucho más fácil controlar lo que hace el ordenador, que con distros que se creen más listas que yo, y me “facilitan” el hacer las cosas como creen que quiero hacerlas, y no como quiero hacerlas.
“Desde entonces lo he vuelto a intentar varias veces y siempre me he topado con un muro de piedra: la conexión a internet.
JAMÃS he logrado conseguir conectarme a internet con una distribución de Linux. Ni cuando usaba un módem RTB, ni usando un módem ADSL, ni ahora con un router wifi.
Pues debes de ser el único, macho. Yo tuve problemas con el v.90/92, cuando intente conectarme con un winmódem interno. Pensé que Linux era una castaña, hasta que me compré un módem externo, y vi que era IGUAL de fácil de configurar que en Windows (y más fiable).
Cuando me pasé al ADSL (en realidad tengo cable, con Euskaltel), no tuve NINGÚN problema con Linux. Lo configuré en un tris. Y cuando me puse WiFi, me compré yo mismo el router (con lo cual me ahorré unos eurillos, respecto a pedirlo a Euskaltel), y me lo instalé sin problema en el de sobremesa (con cable). El portátil que conecto por WiFi no me ha dado ningún problema para conectar en modo abierto, y tampoco con encriptación WEP. Cierto es que para WPA tuve que hacer alguna cosilla, y que en Windows es más sencillo, pero solo marginalmente más sencillo.
Como comentario final, añadir que Vista no hace más que reinventar la rueda, reimplementando mil cosas que ya existÃan en Mac y en Linux (y generalmente, mucho mejor hechas), y cambiándoles el nombre, para que parezca que las han inventado ellos (como muestra un botón: los infames “gadgets”, que son el último S.O. del mercado, libre o no, que los implementa, y lo venden como que fueran los inventores).