Salvaje agresión a inocente periodista

Hoy, zapeando, he tenido ocasión de ver uno de los (ejem) magníficos reportajes de denuncia social de un programa de telebasura y prensa rosa (creo que era “Aquí hay tomate”, pero podría haber sido cualquier otro). Paso a relatar los hechos que se exponían:

Una famosa X (quizá era una de las acusadas por corrupción en Marbella, no lo sé, ni me importa) huía de un grupo de “honrados” paparazzi que la acosaban por la calle. Aparentemente había un corrillo de gente, que en estos casos siempre acuden, como moscas a la mierda.

Eventualmente, X llegó a su vehículo (un todoterreno), abrió la puerta y entró… seguida por el insidioso brazo de una reportera, que sostenía un micrófono que intentaba meter bajo la boca de X, incluso cuando esta ya había entrado en el vehículo. Llegado este punto, X cerró la puerta tras ella, sin mirar atrás (y con bastante mala leche), golpeando el brazo de la reportera, quien lógicamente se apartó, doliéndose amargamente del brazo. X simplemente arrancó y se fue.

Hasta aquí los hechos (que estaban todos grabados y bien grabados en vídeo, lógicamente).

Lo que me parece notable de esta pseudonoticia es que los pseudoperiodistas del deleznable teleshow ¡¡¡tuvieron las agallas de poner a parir a X, por pillar el brazo a la reportera!!!

Estas preclaras mentes se dedicaron a repetir el vídeo a cámara lenta (solo el momento del portazo, claro, no todo el tiempo que estuvieron acosando a X), intentando “demostrar” que X cerraba la puerta con la malvada intención de pillar el brazo a la reportera, y que no fue un accidente (en esto estoy razonablemente de acuerdo con ellos), y a denostar a X, primero por la agresión, y segundo por la denegación de auxilio a la periodista magullada.

¿Denegación de auxilio? ¿Es que acaso la periodista no tenía compañeros que la ayudaran? Por ejemplo el propio cámara, a quien no tembló el pulso en ningún momento, y siguió filmando sin parpadear, supongo que pensando para sí “¡Wow! ¡Menudo reportaje que me va a salir!, en vez de considerar el dejar la cámara y asistir a su compañera herida. Por no mencionar a toda la gente que tan valientemente seguía y apoyaba el acoso a X cuando caminaba por la calle, pero en cambio silbaba y miraba para otro lado cuando había una mujer herida que necesitaba ayuda. Me pregunto cuántos perdieron el culo llamando a una ambulancia, o se ofrecieron a trasladarla a un ambulatorio en su coche.

No puede haber denegación de auxilio cuando se deja “bien acompañado” al accidentado. Claro que, en este caso, con las víboras de sus ¿compañeros? reporteros y las ¿respetables? gentes de la calle… igual es cierto que no estaba “bien acompañada”.

Por otro lado, ¿qué importancia tiene la discusión de si X cerró la puerta de buena o mala fe? Aquí todos a poner a caer de un burro a X por cerrar la puerta de SU coche, para ejercer su DERECHO a largarse, pero nadie considera la injustificada lesión de los derechos de X que hizo la reportera al meter la mano en SU coche, e intentar impedirle con ello que se fuera.

Yo lo tengo muy claro: si metes la mano en el cortacesped, te expones a que te la corte. No es culpa del cortacesped, sino tuya, por gilipollas. Y en este caso, la reportera fue malintencionada, además de gilipollas. Una cosa es que te aborden por la calle, y más o menos te tengas que aguantar. Pero que se inmiscuyan DENTRO de tu PROPIEDAD PRIVADA es algo que no tienes por qué tolerar. Meter la mano dentro de tu coche es como que metan la mano por la ventana de tu casa para grabarte mientras lees el periódico en la sala. Si tienes un bate de beisbol a mano le metes una buena, por entrometido. Y encima le denuncias TÚ a ÉL por acoso.

Los (*-Mamá, ¿se puede decir “hijoputa” en un blog?. -No, hijo. -Vaaale.*) hipócritas de pseudoperiodistas encima decían que dar un portazo no eran maneras, que X tenía que haber pedido por favor a la reportera que quitara el brazo. ¡Sí, hombre! Claro, como la reportera no sabía que estaba tocando las narices a X, esta tenía que hacerselo saber. Claro, como no llevaban media hora hostigándola, como que alguien a quien rehuyes te meta el micrófono bajo las narices no es considerado molesto por nadie, como meter el brazo en el coche de alguien aprovechando que entra en él nadie lo considera agresivo… pues claro, X tenía que hacer saber a la reportera (de buenas maneras, por descontado) que la estaba molestando, y pedirle (por favor, of course) que retrajera su extremidad superior derecha del vano de la puerta de su automóvil… ¡Anda ya!

Tal como lo entiendo, la reportera (envalentonada por la débil defensa del derecho a la privacidad y protección frente a acosos que hay en este país de charanga y pandereta) agredió continuadamente a X, culminando dicha agresión en la violación de su espacio privado (el interior de su propio coche). Dichas agresiones tuvieron consecuencias negativas para la agresora (dejemos los roles claros: en esas circunstancias X era víctima de acoso, y la reportera la acosadora). Pues mala suerte. Para la próxima que se replantee qué derechos está dispuesta a pisotear y qué riesgos está dispuesta a correr en el el ejercicio de su profesión. A los reporteros que no meten el brazo donde no deben nadie se lo pilla con una puerta.

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