Jarl!

Me acabo de pulir los 142 links ambiguos a La Rioja que había en la Wikipedia, visitando las 142 páginas (bueno, en alguna página había más de un link) y haciendo que dichos links señalasen hacia la entrada de la Wikipedia a la que el autor quería haber señalado (en el 99% de los casos “La Rioja (autonomous community)”, aunque hay una provincia, y su capital, con ese nombre en Argentina también). Lo he hecho, lógicamente, con el método del mvs, que menciono en el post anterior, a más de un link por minuto de media :^)

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Malos humos y mucho morro

A estas alturas cualquier lector español estará al corriente de la archifamosa “Ley del Tabaco”, o sea, una serie de medidas reguladoras para el consumo de tabaco en espacios cerrados, tanto locales públicos (bares, restaurantes, pubs) como de trabajo. Los hogares quedan exentos de esta normativa, creo que en buena lógica.

La normativa es relativamente simple:

  • Se permite fumar en espacios abiertos. Lo siguiente solo se aplica a espacios cerrados.
  • En el lugar de trabajo NO se puede fumar, de ninguna manera.
  • En locales con acceso al público se distinguen 2 categorías: los de más de 100m2 y los de menos:
    • En los de menos, el dueño escoge si permite fumar o no, y lo debe reflejar así con las señales oportunas.
    • En los de más, un máximo del 30% de la superficie debe ser habilitada para fumadores (debidamente separada del resto). En el resto del local no se podrá fumar.

Pues bien, la fecha tope que tenían los hosteleros para habilitar esas zonas para fumadores y adaptarse a la norma era el 1 de septiembre. Estamos a 17, y todavía una gran parte (creo que la mayoría) de los locales grandes está sin habilitar. De los locales menores de 100m2, ni qué decir tiene que el 99% han decidido permitir fumar.

Ahora bien, me gustaría pasar a exponer algunas quejas que tienen ciertos hosteleros poco escrupulosos y ciertos fumadores de conciencia laxa, y tratar de desmontar sus argumentos razonadamente. Quizá el lector encuentre en estas líneas algún argumento que usar ante estas quejas, si se cruza con ellas en el futuro.

Fumador: “No es justo: la ley dice proteger a los no-fumadores, pero ¿quién defiende los derechos de los fumadores?”

La Ley se hace para proteger a víctimas inocentes, no a agresores. Vamos a ver si esto queda claro: el fumador no es una víctima a la que se le conculca su derecho a fumar, sino un agresor a quien se limita su capacidad de agredir. Un fumador puede fumar siempre y cuando se demuestre que en esas circunstancias no daña a terceros. Lo que los fumadores quieren es que se les permita fumar incluso cuando con ello dañen a no-fumadores.

La falacia de esta postura puede demostrarse (como haré en casi todos los casos) con una reducción al absurdo. Supongamos que tengo un bate de beisbol, y me gusta salir a la calle haciendo molinetes con él. Supongamos que no me importa si le rompo una pierna a otro viandante, o le abro directamente el craneo. Yo voy a lo mío, pasándomelo bomba blandiendo mi bate. Sin intención de agredir, pero sin remordimiento si lo hago. ¿Tendría yo derecho a quejarme si las autoridades me instaran a cejar en mi empeño? ¿Podría yo argüir que haciendo eso me divierto, y que está bien defender a los que (sin querer) agredo, pero que las autoridades también tienen que velar por mi derecho a divertirme? No, ¿verdad?

Argumentar que hay que dejar a los fumadores que sigan fumando incluso cuando esto dañe a terceros, porque impedírselo supondría limitar su derecho a disfrutar del tabaco, equivale a defender que un asesino o un maltratador sigan matando o maltratando, porque se divierten con ello. La Ley está para defender al agredido, no para ceder derechos injustos a un agresor.

Hostelero: “No podemos impedir que se fume, porque va en contra de nuestro negocio.”

Esto es un argumento de consecuencias adversas, y, por tanto, falaz. La justicia de impedir fumar donde esté prohibido no puede supeditarse a intereses comerciales. Los hosteleros deben acatar la Ley, independientemente de que esto les beneficie. Deben hacerlo porque es lo justo, y porque lo dice la Ley (suponiendo que las Leyes se atengan a la Justicia, lo cual supondría otro debate).

Más reducciones al absurdo: igualmente una fábrica de productos químicos podría aducir que instalar depuradoras para no verter residuos contaminantes al río “va en contra de su negocio”, porque le va a costar dinero. Pero es la Ley, y está hecha para proteger el medio ambiento, independientemente de que el empresario pierda dinero. Yo no he leido en ninguna parte que matar sea ilegal “excepto si se mata a la abuela por la herencia, o a un empresario de la competencia, para beneficiar el negocio propio.” Pues no, lo que es ilegal es ilegal, y hay que acatar la Ley aunque nos haga perder dinero.

Fumador: “No nos pueden impedir que fumemos durante un opíparo banquete… es una costumbre muy arraigada.”

Esta es una apelación a la tradición, y por tanto, otro argumento falaz. Algo es justo, o injusto, porque lo es. Porque hay razonamientos lógicos que llevan a aceptarlo como tal. No porque “siempre se haya hecho así”. Para que una costumbre sea aceptable tiene que ser algo que, si no existiera y nos sentaramos ahora a “inventarla”, igualmente volveríamos a inventarla. Si ahora no instauraríamos esa tradición ni locos, y el único motivo por el que se mantiene es que ya existía de antes… entonces hay que abolir esa tradición.

Reduciendo al absurdo: como las mujeres nunca han votado, no deberían empezar a votar ahora. Como los negros nunca han tenido derechos en mi pais, no deberían reconocérseles. Aquí es tradición tirar una cabra del campanario en fiestas… no deberíamos dejar de hacerlo.

Hostelero: “En una boda, el local está en manos privadas, y deberían ser los novios los que decidieran si se fuma, no la Ley.”

Los novios no tienen potestad alguna para modificar a su antojo lo que diga la Ley, y por buenas razones. Como ya se ha dicho arriba, la Ley está para amparar a las víctimas. No se puede dejar a merced de los novios que decidan si permiten que los no-fumadores sean agredidos. Precisamente la Ley está para impedir dichas arbitrariedades, y que la víctima no tenga que acogerse a la piedad de los novios, que se solidaricen y la defiendan de humos cancerígenos. No, el no-fumador no tiene que apelar a la piedad de nadie, ni pedir nada por favor. El no-fumador tiene la Ley para ampararle, y eso debe bastar.

Reduciendo al absurdo de nuevo, podríamos argumentar que los novios también pueden decidir si el local tendrá o no salidas de emergencia, alarmas antiincendios, o los extintores reglamentarios, ya que “ellos sabrán” si luego se desata un incendio y mueren todos. Pues no, la Ley marca unas regulaciones al respecto, y aunque los novios quisieran hacer algo de lo mencionado, no podrían.

Novios: “Llamamos al restaurante y preguntamos si se podría fumar. Si nos hubieran dicho que no, habríamos contratado otro restaurante.”

Esto refuerza el argumento de los hosteleros, diciendo que cumplir la Ley les hace perder dinero, pero en el fondo no es más que una vil extorsión.

Los novios, en vez de ponerse de lado de la Ley, y asegurarse de que el local donde hagan el banquete respete la legislación, extorsionan a los hosteleros para que hagan lo contrario. Obviamente se ponen del lado de los agresores (los fumadores), y no de las víctimas (los no-fumadores), simplemente porque los fumadores suelen ser celosos guardianes de su dudoso derecho a autoadministrarse su dosis de droga, a la que están enganchados, mientras que los no-fumadores llevamos años de costumbre de “tragar y callar”.

De esta manera, es más cómodo violar derechos de no-fumadores, exponiédolos a peligros mortales (¿a que suena exagerado? Pero es así), porque no van a protestar, que contrariar a los fumadores, quienes son tan dependientes de su tabaco que son capaces de no venir a nuestra boda si no se les deja fumar. Y si vienen van a armar un revuelo de mil pares de narices, o directamente se saltarán la prohibición, imponiendo al hostelero la incómoda tarea de llamarles la atención, y arriesgandonos a que la violenta situación resultante nos amargue la velada.

Reduciendo una vez más al absurdo, equivale a ponernos del lado de un hombre que maltrata en público a su pareja, porque si nos inmiscuímos para defenderla el hombre puede ponerse violento con nosotros. Sin embargo la pobre mujer no va a tomar ninguna represalia, ni aunque nosotros mismos nos acercáramos para agredirla. Obviamente, excepto el pequeño “detalle” de la Justicia, es más cómodo ponernos del lado de un agresor que del de una víctima.

Hostelero: La Ministra ha dicho que quizá en 6 meses cambie la Ley, y en los locales de más de 100m2 no se pueda fumar en ningún sitio. Si esto es así, mejor no hacer las obras de habilitación de espacios para fumadores, porque si no, ¡¡las habré hecho en vano!!

He buscado en Internet y no he encontrado estas declaraciones de la Ministra Salgado… pero supongamos que ocurrieron.

Vamos a ver, la posibilidad (ni siquiera la seguridad absoluta) de que una Ley vaya a cambiar en el futuro NO EXIME DE SU CUMPLIMIENTO. ¿Queda claro?

La situación anterior a aplicarse la Ley Antitabaco era INJUSTA. Se estaban vulnerando los derechos de los no-fumadores, y se llevaba haciendo años y años. La Ley actual (y la potencial Ley futura) no es más que un paso hacia la restauración de la Justicia. No se pueden dejar de dar pasos porque otros pasos futuros los dejarán obsoletos.

Hagamos otra reducción al absurdo: esta queja es como si en la norteamérica esclavista el Parlamento hubiese dicho que los esclavos no deberían estar hacinados en cuadras, y que cada negro debería tener una cama. Ahora supongamos que el presidente dice, al poco de entrar esa Ley en vigor, que planea proponer al Parlamento, dentro de 6 meses, la abolición total de la esclavitud. Los esclavistas (como los hosteleros), tendrían, supuestamente, derecho a quejarse de que se les “obliga” a proveer a sus esclavos de camas (un gasto comparable a construir una pirámide, o instalar una mampara de metacrilato en un local, para separar a los fumadores), cuando en poco tiempo “se van a quedar obsoletas”. Mira, chaval, si no quieres comprar esas camas a tus esclavos, los liberas hoy mismo, que la Ley te lo permite. Y si quieres seguir explotando lo más posible la injusta situación actual, compra las puñeteras camas y no lloriquees sobre el dinero que la futura Ley te hará perder.

Dentro de 6 meses se verá qué es lo que ocurre, pero por ahora es el cuento de la lechera. La verdad, no sé de qué se queja la gente: ¿de las declaraciones de la Ministra? ¿de que la Ley se vaya a cambiar en el futuro? ¿de que lo que van a poner dentro de 6 meses no se ponga ya? ¿de que obliguen a los hosteleros a hacer una inversión que dentro de un tiempo quedará obsoleta?

Primero, quejarse de que la Ministra haya sido bocazas es irrelevante. Si las declaraciones han sido erroneas, desafortunadas, Salgado debe dimitir, la deben colgar del palo mayor… todo eso es IRRELEVANTE. La Ley es la Ley, y se debe cumplir. No solo eso, sino que la justicia de dicha Ley (que es lo que estamos discutiendo), no se ve afectada en lo más mínimo por errores o méritos de sus proponentes ni detractores.

Por no mencionar que quien se queja de que la Ministra haya dicho “demasiado”, se quejaría igualmente dentro de 6 meses, si se aplicara la Ley sin haber “avisado”. Y quien se queja de que haya dicho “quizá”, en vez de “seguro”, también se quejaría si después de asegurar que la Ley cambiaría acabara no cambiando (por motivos fuera de la potestad de la Ministra, como por ejemplo presiones de la oposición, los gobiernos regionales, o los simpáticos “Fumadores contra la intolerancia”…). No digamos si asegurara que no cambiará y luego cambiase. O sea: no se puede callar, porque sería hacer las cosas a traicíon. No puede decir “quizá”, porque es lo que ha hecho y la gente se queja. No puede decir “seguro que sí”, porque luego igual luego no le dejan hacerlo. Y tampoco puede decir “seguro que no”, porque su intención es hacerlo. Bienvenidos al mundo de “damned if you do, damned if you don’t”.

Segundo, quejarse de que la Ley vaya a cambiar en el futuro es legítimo. Todo el mundo puede expresar su opinión de que cierta ley actual es injusta, o que cierta ley futura lo será. Faltaría más, para eso está la democracia y el estado de derecho. Pero las leyes actuales hay que cumplirlas, que para eso están. Y más una Ley que el 77% de la población apoyaba ya desde antes de aplicarse.

Tercero, quejarse de que la ley que pretende instaurarse dentro de 6 meses no se haya puesto ya es el colmo del cinismo. Un hostelero no puede dejar de hacer las obras de habilitación de espacios separados para fumadores, alegando que la futura ley debería ser vigente ya. Si piensa eso lo tiene fácil: que haga TODO su establecimiento para no-fumadores y punto. La Ley actual lo permite. La Ley actual fija un máximo de un 30% de superficie para fumadores, pero no fija un mínimo.

Sería el colmo del cinismo quejarse de que una Ley de prohibición total no se haya instaurado ya, cuando son ellos los que han presionado para que no se hiciera, y los que con sus presiones han retrasado 6 meses esa Ley, si es que se aplica en 6 meses, que sigue siendo, como digo, el cuento de la lechera.

Cuarto, nadie obliga a los hosteleros a hacer ninguna inversión. Esto que quede claro. Los hosteleros tienen absoluta libertad para NO habilitar NINGÚN espacio para fumadores ahora mismo. La Ley solamente dice que tienen que elegir entre no dejar fumar en ningún sitio de su local, o bien habilitar una zona separada de los no-fumadores para que quien lo desee fume allí. De hecho, las (supuestas) declaraciones de la Ministra pueden tomarse como un aviso: si tanto te importa gastar dinero en balde, y quieres tener visión de futuro, te aviso que lo mejor es que ahora mismo no hagas zonas para fumadores.

Los hosteleros lo tienen fácil: o bien cumplen la Ley ahora mismo (digamos, “por exceso”) y no dejan fumar en ningún rincón de sus locales, o bien cumplen la Ley ahora mismo y habilitan las zonas para no-fumadores. La Ley permite, no obliga a, habilitar dichas zonas. Los hosteleros deben calcular si las “millonarias” (me parto la caja) reformas merecen la pena, para 6 meses de sacar dinero de fumadores, o bien no hacer las obras y perder el dinero de los fumadores que no quieran ir a sus establecimientos. También, por supuesto, pueden hacer sus cábalas y pensar que quizá después de todo esa Ley no se apruebe, o se retrase, y sigan aprovechando sus habitáculos para fumadores durante más tiempo… Todo esto lo pueden y deben sopesar los hosteleros, quienes tienen total libertad para escoger lo que deseen.

Ahora bien, lo que NO tienen ningún derecho a hacer es seguir incumpliendo la legislación vigente. Se les dió un plazo más que generoso desde la implantación de la Ley (en enero), hasta el fuerce de su cumplimiento (1 de septiembre), y lo han agotado. Este es su problema, no el mío. Yo tengo mis derechos, y no acepto que me los sigan pisando.

Hay una Ley que me ampara, así que basta de excusas.

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Alatriste

Ayer fui a ver Alatriste (IMDb, FilmAffinity).

No sé si calificar esta peli de genial, o de fracaso total. Como película, globalmente me ha gustado, aunque hay que admitir que cuenta muchas cosas, muy por encima, y muy poco unidas entre sí, lo cual deja una mala impresión.

Lo que más me ha extrañado ha sido la elección de los actores. Diego Alatriste está encarnado por Viggo Mortensen, actorazo estadounidense, gran profesional y mejor persona. Peeero, la idea de poner a un yankee rubio y jovial en el papel de un español moreno y huraño, no sé, es un poco chirriante. Además, Viggo habla castellano, y en la película actúa sin doblaje. El problema es que el acento natural de Viggo es (creo) argentino, con lo cual sus diálogos (aunque impecables) son poco creibles como soldado leonés del XVII.

Siguiendo con selecciones improbables, tenemos a Javier Cámara haciendo de Conde-Duque de Olivares. Cámara es otro actor que me encanta, y se ha de admitir que está muy bien en su papel, pero una vez identificamos a Paco, de “7 vidas” (por no decir al amigo de Torrente) bajo ese bigote, es virtualmente imposible tomar en serio al Conde-Duque, uno de los personajes más poderosos (y serios) de la historia de España.

En tercer lugar tenemos a Quevedo interpretado por Juan Echanove. Con este son tres de tres los grandes actores mal asignados en esta película. Con todo lo que me gusta Echanove, este Quevedo regordete y bonachón no me acaba de convencer como alguien que malvive de su agudo ingenio, que pasa hambre, y que se describe como de genio vivo y proclive a duelos de espadas (al menos en el libro).

Podría haber sido mucho mejor. Lástima, porque el proyecto lo merecía, y los actores lo hacen muy bien.

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Salvaje agresión a inocente periodista

Hoy, zapeando, he tenido ocasión de ver uno de los (ejem) magníficos reportajes de denuncia social de un programa de telebasura y prensa rosa (creo que era “Aquí hay tomate”, pero podría haber sido cualquier otro). Paso a relatar los hechos que se exponían:

Una famosa X (quizá era una de las acusadas por corrupción en Marbella, no lo sé, ni me importa) huía de un grupo de “honrados” paparazzi que la acosaban por la calle. Aparentemente había un corrillo de gente, que en estos casos siempre acuden, como moscas a la mierda.

Eventualmente, X llegó a su vehículo (un todoterreno), abrió la puerta y entró… seguida por el insidioso brazo de una reportera, que sostenía un micrófono que intentaba meter bajo la boca de X, incluso cuando esta ya había entrado en el vehículo. Llegado este punto, X cerró la puerta tras ella, sin mirar atrás (y con bastante mala leche), golpeando el brazo de la reportera, quien lógicamente se apartó, doliéndose amargamente del brazo. X simplemente arrancó y se fue.

Hasta aquí los hechos (que estaban todos grabados y bien grabados en vídeo, lógicamente).

Lo que me parece notable de esta pseudonoticia es que los pseudoperiodistas del deleznable teleshow ¡¡¡tuvieron las agallas de poner a parir a X, por pillar el brazo a la reportera!!!

Estas preclaras mentes se dedicaron a repetir el vídeo a cámara lenta (solo el momento del portazo, claro, no todo el tiempo que estuvieron acosando a X), intentando “demostrar” que X cerraba la puerta con la malvada intención de pillar el brazo a la reportera, y que no fue un accidente (en esto estoy razonablemente de acuerdo con ellos), y a denostar a X, primero por la agresión, y segundo por la denegación de auxilio a la periodista magullada.

¿Denegación de auxilio? ¿Es que acaso la periodista no tenía compañeros que la ayudaran? Por ejemplo el propio cámara, a quien no tembló el pulso en ningún momento, y siguió filmando sin parpadear, supongo que pensando para sí “¡Wow! ¡Menudo reportaje que me va a salir!, en vez de considerar el dejar la cámara y asistir a su compañera herida. Por no mencionar a toda la gente que tan valientemente seguía y apoyaba el acoso a X cuando caminaba por la calle, pero en cambio silbaba y miraba para otro lado cuando había una mujer herida que necesitaba ayuda. Me pregunto cuántos perdieron el culo llamando a una ambulancia, o se ofrecieron a trasladarla a un ambulatorio en su coche.

No puede haber denegación de auxilio cuando se deja “bien acompañado” al accidentado. Claro que, en este caso, con las víboras de sus ¿compañeros? reporteros y las ¿respetables? gentes de la calle… igual es cierto que no estaba “bien acompañada”.

Por otro lado, ¿qué importancia tiene la discusión de si X cerró la puerta de buena o mala fe? Aquí todos a poner a caer de un burro a X por cerrar la puerta de SU coche, para ejercer su DERECHO a largarse, pero nadie considera la injustificada lesión de los derechos de X que hizo la reportera al meter la mano en SU coche, e intentar impedirle con ello que se fuera.

Yo lo tengo muy claro: si metes la mano en el cortacesped, te expones a que te la corte. No es culpa del cortacesped, sino tuya, por gilipollas. Y en este caso, la reportera fue malintencionada, además de gilipollas. Una cosa es que te aborden por la calle, y más o menos te tengas que aguantar. Pero que se inmiscuyan DENTRO de tu PROPIEDAD PRIVADA es algo que no tienes por qué tolerar. Meter la mano dentro de tu coche es como que metan la mano por la ventana de tu casa para grabarte mientras lees el periódico en la sala. Si tienes un bate de beisbol a mano le metes una buena, por entrometido. Y encima le denuncias TÚ a ÉL por acoso.

Los (*-Mamá, ¿se puede decir “hijoputa” en un blog?. -No, hijo. -Vaaale.*) hipócritas de pseudoperiodistas encima decían que dar un portazo no eran maneras, que X tenía que haber pedido por favor a la reportera que quitara el brazo. ¡Sí, hombre! Claro, como la reportera no sabía que estaba tocando las narices a X, esta tenía que hacerselo saber. Claro, como no llevaban media hora hostigándola, como que alguien a quien rehuyes te meta el micrófono bajo las narices no es considerado molesto por nadie, como meter el brazo en el coche de alguien aprovechando que entra en él nadie lo considera agresivo… pues claro, X tenía que hacer saber a la reportera (de buenas maneras, por descontado) que la estaba molestando, y pedirle (por favor, of course) que retrajera su extremidad superior derecha del vano de la puerta de su automóvil… ¡Anda ya!

Tal como lo entiendo, la reportera (envalentonada por la débil defensa del derecho a la privacidad y protección frente a acosos que hay en este país de charanga y pandereta) agredió continuadamente a X, culminando dicha agresión en la violación de su espacio privado (el interior de su propio coche). Dichas agresiones tuvieron consecuencias negativas para la agresora (dejemos los roles claros: en esas circunstancias X era víctima de acoso, y la reportera la acosadora). Pues mala suerte. Para la próxima que se replantee qué derechos está dispuesta a pisotear y qué riesgos está dispuesta a correr en el el ejercicio de su profesión. A los reporteros que no meten el brazo donde no deben nadie se lo pilla con una puerta.

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El buscador de mier… noticias

[Aviso antes de seguir los links de Telecinco que doy: las páginas de T5 están llenas de anuncios, pop-ups, javascript y basura varia. Yo no entraría en ellas ni borracho, sin Firefox con la extensión NoScript.]

Acabo de ver, zapeando, un fragmento de El buscador de noticias de la cadena española Telecinco. ¡Menuda cantidad de telebasura comprimida!

Vídeos “de primera”

Ya he visto algún fragmento en el pasado, y cada vez que tengo el dudoso placer de que ese programa pase delante de mis ojos siento arcadas. El principal argumento de semejante enjendro televisivo consiste en vídeos de burradas varias, enviados por televidentes. Llegan a dar hasta 600 euros, si la burrada que se ve en el vídeo es suficientemente salvaje. Un ejemplo típico de lo que emiten sería un toro corneando a un niño hasta matarlo, una avioneta acrobática estrellándose contra la muchedumbre que asiste a la exhibición, una mujer precipitándose al vacío desde la ventana de su décimo piso en llamas, etc…

Al ver esto se me presentan varias preguntas, que me intrigan e indignan a partes iguales. Una es: ¿cómo cojones justifican que eso sea considerado “de interés público”?. Se supone que el programa sirve para “informar”… ¿¡qué tiene de “informativo” eso!? Su único interés consiste en satisfacer el deseo de morbo de los degenerados televidentes, no proveerlos de alguna clase de conocimiento vital, que sin el programa no tendrían.

Lo cual me lleva a la seguna pregunta: ¿Somos los espectadores realmente tan burros y sádicos? He de admitir que ese tipo de vídeos (desde la época del infame “Impacto TV”) generan un morbo al que yo tampoco soy inmune. Todos reducimos la velocidad si llegamos a la altura de un accidente de coche, más que por las señales de los agentes, por el morbo de “ver algo”… Pero esto es un instinto bajo y ruín. Deberíamos “civilizarnos” e intentar superar estos malos sentimientos, no revolcarnos en su barro como cerdos.

Mi tercera pregunta es, ¿No será esto una actitud de criminal irresponsabilidad por parte de la cadena? Suena ridículo sugerir que alguien vaya a causar un accidente aéreo para sacarse 600 euros con el vídeo… pero, ¿es realmente ridículo?. Tomemos el show Jackass (otra pila de basura, cuyo valor reside en que el espectador se divertan viendo a idiotas haciéndose daño estúpidamente). También suena ridículo, pero hay múltiples casos de gente que se ha hecho daño, incluso matado, imitando dicha serie. Por ejemplo: un adolescente que atropella a un amigo en Cincinnati y lo graban en vídeo, o un gilipollas de 15 años que se prendió fuego tras rociar su camiseta con alcohol.

Que no se me malinterprete, no quiero decir que solamente el programa de televisión sea responsable. Esos chavales eran absolutos gilipollas. Pero el programa ayuda a generar la imágen de que “el riesgo es guay”, igual que “El buscador de noticias” hace apología de reirnos de la desgracia ajena, e incluso buscarla, si no provocarla.

Chicas del Este

Pero el verdadero detonante de esta entrada del blog ha sido el mega-reportaje de (ciertamente) gran interés: una sesión de imágenes (y creo que entrevistas, pero ¿a quién le importa?), de “Chicas del Este” ligeritas de ropa. Por lo visto la revista MAN ha hecho un fotoreportaje de las chicas “más guapas” o algo así, y ha llegado a la sesuda conclusión de que las más guapas son las de países del este de Europa. El ínclito programa de T5, obviamente, tenía que hacerse eco de semejante notición, así que ha puesto una ración de culos y pechos mal disimulados tras exiguas prendas de ropa interior.

Tampoco quiero que se me malinterprete: el erotismo me parece tan atractivo como a cualquiera, e incluso puedo “perdonar” el machismo ultramontano, el usar a las mujeres como objetos, o el poner esas imágenes en un horario inadecuado (por ser demasiado pronto, de 19:30 a 21h). Todo esto es discutible, pero pase.

Lo que veo inaceptable es el reclamo de chicas “del Este”, identificándolo con “objetos sexuales”, habiendo los problemas que hay de inmigración, matrimonios a cambio de nacionalidad, trata de blancas, explotación sexual etc., principalmente con mujéres del este de Europa. No se puede bombardear con semejante propaganda a la ciudadanía, y luego querer que esta esté concienciada del problema de prostitución de rumanas, o la compra de mujeres (poco menos que esclavas sexuales) rusas por Internet.

Y no, no es mezclar churras con merinas. El “reportaje” de T5, con cuatro cambios superficiales y un número de teléfono 806 atravesando la pantalla bien podría ser un anuncio de una agencia de “modelos” ucranianas. Todos somos conscientes de que una empresa puede pagar millones por 30 segundos de tiempo en TV, anunciando unas lentejas con un 10% más de uranio enriquecido, porque dichos anuncios animan a consumir, y salen rentables. Pero por otro lado, ¿insinuar tal relación entre la trata de blancas y un (pseudo)programa de TV es demasiado descabellado? No lo creo. No acuso a T5 de connivencia con mafias de trata de blancas (con un canal creado por Berlusconni, ¿quién sabe?), pero desde luego sí de irresponsabilidad.

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Todo sigue igual

Acabo de escuchar, por enésima vez, Delincuencia, de los míticos La Polla Records (de los que también hay artículo en inglés en la Wikipedia).

Reproduzco la letra, para que el lector vea que todo sigue igual, que no ha perdido vigencia. ¡Pero es que han pasado 22 años desde que se publicó esta canción!

Delincuencia

Liquidar la delincuencia
es una plaga social
una raza despreciable
una raza a exterminar.
Banqueros, unos ladrones[1] sin palanca y de día
políticos estafadores[2] juegan a vivir de ti
Fabricantes de armamento[3] eso es jeta de cemento
las religiones calmantes y las pandas de uniforme
la droga publicitaria[4] delito premeditado
Y la estafa inmobiliaria[5]
Delincuencia, delincuencia es la vuestra.
¡Asquerosos!, delincuencia es la vuestra
vosotros haceis la ley.
Explotadores profesionales
delincuencia es todo aquello
que os puede quitar el chollo[6]
que os puede quitar el chollo.

[1] Sin comentarios
[2] P.e. Marbella
[3] Los paises desarrollados seguimos vendiendo al tercer mundo las armas con que se matan.
[4] En estos 22 años los anuncios han seguido siendo cada vez más idiotizantes, no menos.
[5] Joder, parece que el tema viene de lejos, ¿eh?
[6] SGAE, MPAA, RIAA, DRM, Treacherous Computing

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Eso es creer por creer

Ayer tuve una amarga discusión con amigos a quienes aprecio, a causa de una noticia que leímos en el Diario Vasco.

La noticia en cuestión parafrasea a un grupo de gente que (supuestamente) dice lo siguiente:

Si no fuéramos felices creyendo, dejaríamos de creer en Dios.

Yo dije que eso es ridículo, y a continuación voy a exponer mis argumentos para pensar así. Vaya por delante lo que NO es objeto de discusión:

1) Si Dios existe o no. Es irrelevante la “corrección” de sus creencias. Solo juzgo la validez de sus argumentos.

2) Si es cierto o no que esas personas han dicho eso. Es irrelevante que lo dijeran ellas, o que sea una interpretación incorrecta del periodista autor del artículo. Lo que yo juzgo es la frase que se cita.

3) Si esas personas tienen derecho a pensar así. La libertad de tener unas creencias, por estúpidas que sean, no afecta al hecho de que sean estúpidas.

4) El que sea lícito creer en Dios o no. Lo que juzgo estúpido es el razonamiento que aducen, no el hecho de que crean o no.

5) Cualquier otro razonamiento a favor o en contra de la existencia de Dios, cualquier otro contenido que tenga el artículo, cualquier otra cosa que no sea la validez del argumento de “creer porque eso me hace feliz”.

Lo que sí que intento demostrar es:

1) Que ese razonamiento no es válido para “demostrar” que Dios exista.

2) Que si ese es su único argumento, entonces realmente no creen en Dios.

3) Que ese es su único argumento.

Dejado esto más o menos claro, paso a exponer mis argumentos.

Todos debemos estar de acuerdo en que, si Dios existe, será al margen de que esto nos haga felices o no, al igual que la gravedad existe aunque a mí no me guste romperme los dientes cuando me tropiezo. Por poner un ejemplo, supongamos que estoy jugando a las siete y media, y tengo un siete. Pido una carta boca abajo, y no la miro. No puedo decir, que, dado que necesito que sea una figura, creo que es una figura. La carta será una figura o no, pero yo no puedo creer que lo sea porque lo deseo. Puedo creer que es una figura porque soy (o creo ser) telépata, o porque ha bajado San Pedro y me lo ha dicho, y eso es lógico (sea cierto o no). Pero si mi única razón para creer es que lo deseo, entonces está claro que realmente soy consciente de que no sé si es así, con lo cual, en el fondo no tengo fé de que sea así.

Se ve, por tanto, que esté razonamiento de “creer porque eso me hace feliz” disocia (en la mente del supuesto creyente) el hecho de creer en algo, de la realidad del hecho en que se profiesa tener fe. Por consiguiente, la creencia se practica por conveniencia, no porque se piense que aquello en que se cree exista, lo cual es una contradicción lógica: no puedo creer, al margen de creer.

Pero hay una razón más simple. Si decimos que creemos porque eso nos hace felices, y que si no fueramos felices no lo haríamos, es un caso de falacia lógica, relacionada con o descrita por: argumento de consecuencias adversas, argumentación ad baculum, y pensamiento desiderativo.

Un argumento de consecuencias adversas indica el caso en el que se concluye que algo es cierto, porque las consecuencias de que no fuera así no son aceptables, y es un argumento falaz, por razones innumerables, que se detallan en las entradas de la Wikipedia que cito arriba.

Podríamos argumentar que, aunque el wishfull thinking de estos tipos no demuestre que Dios exista, aún y todo sigue siendo un argumento válido para su fe, pero tampoco es así. Si dicen creer porque eso les conviene, y es su único argumento (y lo es, porque dicen que no creerían si no fuera por ello), entonces son unos hipócritas, porque en el fondo deben admitir su ignorancia, como en el ejemplo de las siete y media uno debe admitir que ignora qué carta va a salir, aunque desee que salga una en concreto. Dado que meramente desearlo no es un argumento válido para su veracidad, o bien estos tipos deben admitir su ignorancia (en cuyo caso no pueden decir verazmente que crean que exista Dios, en el sentido de que tengan fe), o bien tienen otros motivos para pensar que Dios exista (en cuyo caso deben admitir que sus deseos no son la razón de que crean).

Podrían intentar evitar esa disyuntiva si dijeran que admiten su ignorancia, pero que a pesar de ello se declaren creyentes, pero en tal caso la frase citada arriba es un non sequitur, esto es que la conclusión no está relacionada con las premisas.

Uno puede pretender que cree en algo por conveniencia. Esto es lógicamente consistente. Pero no puede creer realmente en algo por conveniencia. Es tan estúpido como decir que amo a mi pareja porque me ha puesto una pistola en la frente y me disparará si digo que no. Puedo hacer como que la amo, pero no amarla. Y si la amo, será por otros motivos, no a causa de la pistola.

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Richard Stallman en Donostia

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Pues sí, el presidente y fundador de la Free Software Foundation (Fundación para el Software Libre), Richard Stallman dió una charla en la sala de actos del centro cultural Koldo Mitxelena, de Donostia, este lunes 19.

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Stallman, presentado por Iratxe Esnaola

Mi amigo Julen y yo (nos falló Txema…) acudimos, por tanto, al Koldo Mitxelena a ver a tan insigne personaje. Vaya por delante que su charla no nos defraudó.

Lo primero de lo que uno se da cuenta en una charla de Stallman es que es un showman. El tío estaba sentado detrás de una mesa, pero se levantó para dar la charla, aduciendo que tenía algo de sueño, y que dar la charla de pié lo mantendría más despierto. Acto seguido, y dado que el micrófono que tenía era de sobremesa, procedió a extraerlo de su soporte y usarlo como micrófono de mano, excusando usar el inalámbrico que se apresuraron a traerle. Desde luego, empezó llamando la atención.

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Stallman, con el micro de sobremesa

Lo segundo que uno ve es que tiene una visión muy clara de las cosas, y que es contagiosa, porque habla pausada y razonadamente. Cabe mencionar que el tío dió la charla en castellano, con un acento estadounidense brutal, pero muy correctamente.

Comenzó la charla enumerando las cuatro libertades que promulga la FSF para el software, a saber:

Libertad 0: La libertad de usar el programa, con cualquier propósito.

Libertad 1: La libertad de estudiar cómo funciona el programa, y adaptarlo a tus necesidades. El acceso al código fuente es una condición previa para esto.

Libertad 2: La libertad de distribuir copias, con lo que puedes ayudar a tu vecino.

Libertad 3: La libertad de mejorar el programa y hacer públicas las mejoras a los demás, de modo que toda la comunidad se beneficie. El acceso al código fuente es un requisito previo para esto.

Prosiguió explicando por qué son fundamentales estas libertades, y yo voy a intentar repetir aquí algunos de sus argumentos.

Dilema moral

Dijo, por ejemplo, que la Libertad 2 es necesaria para evitar ciertos dilemas a los que nos llevan licencias de software que no la incorporan. Supongamos que tenemos una copia legal de cierto programa, y que por tanto hemos aceptado su licencia. Supongamos ahora que un amigo nos pide una copia del mismo. En estas circunstancias tenemos un dilema, porque tenemos que elegir la menos mala entre dos opciones malas. Si decidimos proporcionar a nuestro amigo una copia, estaremos rompiendo la licencia, y nunca es bueno romper un acuerdo que uno ha suscrito previamente. Si, por el contrario, le negamos la copia, estaremos negando un presunto beneficio a nuestro amigo, lo cual no es tampoco bueno.

Alguien me ha dicho, al comentarle esto, que no es tal dilema, porque: “¿qué hacemos si un amigo nos pide mil euros?”. Yo al menos, probablemente no se los dejo, claro. Pero negarle a un amigo 1000 euros, o que use nuestro coche, no es lo mismo que negarle una copia de un programa. En el primer caso, perdemos un bien para compartirlo o dárselo, pero en el segundo no perdemos nada. El software es como el conocimiento en general: si lo compartes no se divide, se multiplica. Si negamos a un amigo una copia de una pieza de software, solo lo hacemos en base al cumplimiento de una licencia abusiva, nada más. Perjudicamos a nuestro amigo, pero no nos beneficiamos nosotros (como sí nos beneficiamos de no darle los 1000 euros).

Según Stallman el mal menor es compartir con el amigo, porque así solo rompemos una licencia, que era abusiva en primer lugar. De todos modos, decía que romper un acuerdo, por abusivo que sea, no es bueno. Lo correcto es no firmar ese acuerdo en primer lugar. La única manera de zafarse de ese dilema es, dijo, o bien no teniendo amigos, o bien negándonos a adquirir software con licencia. Él abogaba por lo segundo.

Problemas del Software Privativo

Siguió su charla hablando de problemas que tiene el software privativo, y cómo la aplicación de las libertades antemencionadas puede ayudar a paliarlos.

Funcionalidades malas

Las programadoras pueden haber implementado funciones en un programa que la usuaria no desea, a saber:

1) Un programa privativo puede tener funcionalidades ocultas, implementadas en él por la programadora, que la usuaria no tiene posibilidad de conocer, y mucho menos de controlar.

Un ejemplo de esto son los programas espía, que, sin saberlo ella, envían datos confidenciales de la usuaria. Estos programas incluyen Windows XP, Windows Media Player y TiVo. Este último envía la empresa fabricante información sobre qué programas de TV graba la usuaria, y cuándo los ve. Igualmente el Windows Media Player envía a Microsoft información sobre qué ve la usuaria.

2) Un programa puede, directamente, no funcionar bajo ciertas circunstancias. Esta funcionalidad seguro que la usuaria no la desea, pero en muchos casos está, no solo presente, sino públicamente declarada. Es el caso del DRM, o sistema de gestión de derechos digitales… que Stallman prefiere llamar gestión de restricciones digitales. Básicamente un medio con DRM (digamos, un DVD o un CD) le dice a la dueña cuándo y cómo puede acceder a su contenido, y sistemas operativos propietarios, como Windows y Mac, tienen como característica técnica el estar diseñados para plegarse a esas condiciones. El iPod, por ejemplo, está “equipado” con el sistema de DRM FairPlay. Puedes leer más sobre lo que piensa Stallman del DRM aquí. También puedes leer un artículo en este mismo blog, sobre un DRM de Sony llamado XCP.

3) Un programa privativo puede tener una puerta trasera, introducida por el programador para, potencialmente, ganar acceso a cualquier máquina en la que se instale ese programa. Hay gente que dice, por ejemplo, que la reciente vulnerabilidad de ficheros WMF de Windows es en realidad un caso de backdoor puesto intencionalmente por Microsoft. También he encontrado, navegando por internet, noticias como esta del 2002, hablando de puertas traseras instaladas en Windows para uso de la NSA estadounidense.

Es patente que gobiernos en todo el mundo, siendo China el caso más prominente, están replanteándose el uso de Windows, por “peligro de que contenga puertas traseras que den acceso a Microsoft o al gobierno estadounidense a sus ordenadores”. Tan atrás como el 2000, la CNN se hacía eco de por qué tiene China reservas respecto a sistemas operativos propietarios:

Those concerns have risen up recently in the form of stated policies favoring the use of the Linux operating system in government agencies, as well as a recent flurry of government commentaries warning of a U.S. “back door” to Windows operating systems. Officials have said China must develop its own OS to prevent an electronic military attack.

Stallman citó un caso ocurrido en el 2001 en la India. Parece ser que uno o varios miembros de Al-Qaeda se infiltraron en la división india de Microsoft, e intentaron introducir una puerta trasera en el código de Windows. He encontrado informació sobre el tema en noticias.com, merit.edu o Security Awareness Incorporated. Originalmente fue NewsBytes quien dió la noticia, aunque la noticia original ya no está disponible, y su dirección redirige a la visitante a la página inicial del Washington Post online. Algunos medios afines a Microsoft trataron de restarle importancia, sin muchos argumentos. No negaron que esas personas trabajaran para Microsoft, solo “que no encontraron indicios de backdoors”. Tampoco es que esto sea una gran garantía, con el historial de pifias de Microsoft.

Este intento malicioso fue, creemos, detenido, pero… ¿y si ha habido otros, que tuvieron éxito? El quid de la cuestión es que no podemos saberlo. Solo los programadores de Microsoft pueden verificar la existencia de puertas traseras introducidas por trabajadores maliciosos. ¿Realmente confías en ellos para que lo hagan? ¿No preferirías tener derecho a verificarlo tú, o cualquier otro usuario?

Las tres funcionalidades perjudiciales para el usuario que mencionó Stallman son consequencia directa de que el software privativo no goza de las cuatro libertades mencionadas al principio. El software libre nunca podrá verse afectado por esas “funcionalidades”.

Errores

Toda pieza de software, libre o no, puede contener errores. La diferencia es que el software libre, mediante la Libertad 1, permite a las usuarias corregir los errores que encuentren, y mediante la Libertad 3 permite compartir con otras nuestras correcciones. De hecho, la Libertad 1 no es suficiente para hacer frente a los errores de programación. No todas las usuarias son programadoras, y aunque lo fueran, hay demasiados programas como para hacerse cargo de ellos. Por eso la Libertad 3 es fundamental. Con esta libertad hasta las que no saben programar se benefician. Las Libertades 0 y 2 están dirigidas a todas las usuarias, y la 1 y 3 a las programadoras, pero en el fondo benefician a todas.

Varios temas

Entre otras cosas, Stallman comentó que el desarrollo de software libre es democrático, porque se desarrolla lo que la base de usuarias quiere, aunque quien quiera sigue pudiendo pagar a alguien para que le haga un programa que necesita, pero nadie desarrolla, porque no es popular. Contrapuso esto al desarrollo autocrático del software propietario, porque la usuaria acaba aceptando lo que la programadora desea, en vez de al revés.

También reflexionó sobre la posibilidad de elegir y la libertad. Dijo que elegir entre diferentes softwares propietarios (p.e. Windows y Macintosh), equivale a elegir a nuestra dueña, porque una vez hecha la elección caeremos a una rutina de dependencia. La verdadera libertad es no tener dueña, no poder elegirla. La posibilidad de elección no es sinónimo de libertad.

Siguió hablando de libertad, y dijo que hay que luchar por la libertad cuando sea posible ganar (nadie pide que se luche cuando sea imposible), no cuando sea seguro ganar. Si todas esperamos a que sea seguro ganar para subirnos al carro, nadie hará nada hasta que sea demasiado tarde. Por ello, es de esperar que la lucha por la libertad cueste esfuerzo, y que incluso podamos perder frente a los lobbies.

Hacia el final de la charla hizo un repaso a la historia de GNU y el software libre. Quien quiera informase, el link de la Wikipedia es un buen comienzo.

También habló sobre el Trusted Computing, un sistema impulsado por ciertos sectores para asegurar que el ordenador hace lo que la fabricante quiere, no lo que quiere la usuaria. Efectivamente lo que hace es ceder poder de la usuaria a la fabricante, para que el ordenador obedezca a esta, no a aquella. Por ello, Stallman aboga por llamarlo Treacherous Computing, o “computación traicionera”, porque hace que el ordenador traicione a su dueño. Según dijo, solo puede calificarlo de “confiable” la productora que lo impone a las usuarias, con lo cual el uso del calificativo “confiable” o “traicionera” define el bando en el que nos posicionamos. Stallman calificó esta iniciativa de “conspiración contra los usuarios, pero encima, ¡ni es secreta ni es ilegal!”

Software Libre y educación

Para finalizar la charla, comentó que en la educación pública debería hacerse uso exclusivo de software libre, y ello por 3 motivos:

1) Ahorro económico. Es la razón más frívola, pero no menos válida. No hay licencias que pagar, por lo tanto es más económico, algo importante en un sistema educativo que es deficitario en todos los paises. Esta ventaja la pueden eliminar las compañías de software privativo, regalando licencias a centros educativos. De hecho, lo hacen.

Esto, obviamente, no lo hacen por motivos altruistas. Las compañías que regalan licencias lo hacen para fidelizar futuros usuarios. Se aprovechan del sistema educativo para que entrene en el uso de sus productos a los futuros usuarios, y que lo haga gratis. Cuando ese alumno salga del instituto, ya no tendrá licencias gratuitas, ni las tendrá la empresa en la que trabaje. Pero lo que sí tendrá es la necesidad de usar ese software, porque es lo que sabe usar. Considero que la educación pública no puede seguirles el juego de manera tan ruín a las empresas de software privativo.

2) Cuando un alumno se intriga por algo, pregunta al profesor. Si el profesor no puede responder, el alumno puede intentar encontrar la respuesta por su cuenta. Ambas opciones son imposibles con el software privativo. Si un alumno quiere saber cómo funciona “por dentro” su ordenador Windows, no solo el profesor no puede disipar sus dudas, sino que se ve obligado a decirle que está prohibido incluso intentar descubrirlo. Esto no es lo que el sistema educativo debe potenciar.

3) Educación moral. La escuela debe dar una educación moral, haciendo ver a la alumna lo que está bien y lo que está mal. Compartir con los demás está bien. Producir algo para bien de todas las compañeras está bien. Buscar errores en el trabajo propio y el de otras, y trabajar para corregirlos está bien. Preguntar y responder con libertad está bien.

Detalles finales

Haciendo gala de su condición de showman, y después de una ronda de preguntas, Stallman nos deleitó con una personificación de San IGNUtius, dado que muchos dicen que es santo, y el no lo quiere desmentir.

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Stallman, evangelizando

Pero también quiso puntualizar que en la religión del software libre no hay dioses ni amos, y que todos podemos ser santos, y que el sacerdocio en esa religión no implica celibato alguno, así que por ese lado es un chollo.

Vaya como aclaración que el aura de santidad que porta NO es un disco duro viejo. En el pasado fue un disco duro, cierto, pero se transmutó en su aureola, para un bien superior :^)

Al finalizar la charla se puso a firmar autógrafos y sacarse fotos con fans, además de repartir pegatinas pro-GNU, y vender (¡sí, vender!) llaveros y pins de GNU, para recoger fondos para la FSF.

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Stallman, firmándome una copia del preámbulo de la GPLv2 que llevé para la ocasión

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Mensaje a Bebe

Hoy me ha dado el punto y se me ha ocurrido mandar esta carta a la dirección de feedback de la página web de Bebe. No sé si esa dirección servirá para contactar con ella, o solo tiene como fin comentar aspectos de la página web. Igual Bebe acaba leyendo el mensaje en este blog antes que por aquel medio :^)

Vaya por delante mi respeto por la artista, y mi aprecio a su música. Sé que la situación que describo ocurre con muchos artistas y muchos CDs, pero… a mí me pasó con ella.

Este mensaje no es sobre la página web en sí, sino para Bebe, porque es la única manera que he encontrado de contactar con ella. Yo estaría muy agradecido de que llegara a ella, y estoy seguro de que ella también valorará la información que contiene.

Estimada Bebe,

No sé si estás al corriente de las protecciones anticopia con las que se comercializa tu CD, pero yo, lamentablemente, sí.

Te comento cómo consumo yo la música: me voy a la tienda, me compro el CD, lo meto en el ordenador de mi casa, lo paso a MP3, saco el CD, lo guardo en su caja, y ya NUNCA MÁS lo saco. Siempre escucho de la copia del disco duro, a través de los altavoces del ordenador (frente al que trabajo todo el día).

Por motivos obvios, esta estrategia es imposible con tu CD, el cual compré, y tengo muerto de risa en una balda. Como yo quiero escuchar tu música, recurrí a pedirle un CD pirata a un amigo, del cual pude sacar los MP3 sin problemas.

Ahora bien, ¿no es irónico que no pueda escuchar la música que compré, pero sí la que NO compré? En las circunstancias mencionadas, ¿crees que me siento incentivado para comprar tu siguiente CD, cuando me veré obligado a hacer la misma jugada? ¿Con qué cara puedo criticar la “piratería”, si gracias a ella puedo escuchar el CD que a través de su compra legal no pude disfrutar como yo quería? Mi “recta moral” me puede llevar a comprar tu segundo CD, aún sabiendo que me será inservible, simplemente para compensarte económicamente… pero estaremos de acuerdo en que eso requiere un huevo de “recta moral”.

Puede que pienses que un sistema anticopia impide, o dificulta, el tráfico ilegal de grabaciones de tu CD, pero esto no es así. En cuanto UNA sola persona rompa la protección (este proceso suele durar, como mucho, horas tras la salida al mercado del CD), esta la pondrá en internet y ya está, así de fácil. La persona que me pasó la copia pirata, ni sabía que tu disco tuviera protección anticopia. La protección solo molesta a las personas como yo, que nos hemos comprado el disco legalmente, y no recurrimos a métodos ilegales, a menos que se nos fuerce a ello.

Por eso, en bien tanto de tus seguidores, como tuyo propio, porque venderás más, te invito a elimiar cualquier sistema anticopia de tus subsiguientes discos, que espero con impaciencia, para comprarlos si no incluyen tecnologías lesivas para mis intereses como consumidor.

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Seguros: el timo del buen conductor

Hace tiempo que vengo diciendo esto a quien me quiera oir, y hoy me he dicho ¿pa qué está el blog?

Todos sabemos que las compañías aseguradoras son unas hijas de la grandísima… madre que las fundó, así que básicamente no voy a decir nada nuevo. Lo que sí puede ser esclarecedor es una reflexión sobre cómo nos timan.

Tomemos una de las cláusulas de las que más se vanaglorian las propias aseguradoras (hablo de seguros de coche), y que más valoran los propios asegurados: la bonificación por buen conductor. Señoras y señores, esto es un TIMO.

Todos tendemos a pensar que somos los mejores conductores del mundo, y que los demás son unos torpes. Así, nuestro egoísmo nos hace considerar que, dado que otros van a causar más gasto a la aseguradora (porque sus accidentes van a ser más frecuentes), y nosotros no vamos a accidentarnos nunca, pues deberían ser esos otros los que pagaran más. Las aseguradoras saben que somos unos cabronazos egoístas y, sobre todo, unos egocéntricos y unos chulos y que vamos a pensar aplicando el razonamiento anterior, así que nos ponen la trampa con el queso delante, y picamos como tontos.

¿Están deseando distribuir las cuotas más equitativamente entre sus asegurados? No, claro. Lo que desean es ganar más dinero, como es de esperar (y legítimo). ¿Qué es lo que realmente ocurre? La aseguradora tiene un seguro a todo riesgo con una cuota X, igual para todos. Ahora sube la cuota base a 2X, y dice que hace un descuento del 50% a los “buenos conductores”, que se definen como aquellos que no reportan un accidente en, digamos, 6 meses.

El resultado es que, en el mejor de los casos, casi todo el mundo sigue pagando lo mismo que antes, pero creyéndose afortunados por beneficiarse de un megadescuento del 50%, mientras que algunos pagan el doble. Pero no solo eso. Es que, además, cuando los “buenos conductores” tienen un accidente leve, no dan parte por miedo a perder la jugosa “bonificación” del 50%.

En el fondo, la “bonificación” del 50% no es más que una coacción, en la que nos amenazan con cobrarnos un 100% más de lo que ya pagamos si nos atrevemos a exigir la contraprestación contractualmente estipulada para un hipotético accidente. ¡Es realmente vil y retorcido! Se comprometen a compensarnos económicamente en caso de accidente, a cambio de una cuota (ese es el fundamento de un seguro), pero luego echan mano de todos los mecanismos que puedan para coartar nuestro derecho a pedir esa compensación cuando la necesitamos, Y ENCIMA NOS HACEN CREER QUE NOS ESTÁN HACIENDO UN FAVOR, COBRANDO MÁS A LOS “MALOS” CONDUCTORES.

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